Reglamento (UE) 2024/1689 | ||
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Texto pertinente a efectos del EEE | ||
Título | "Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo por el que se establecen normas armonizadas en materia de inteligencia artificial (Ley de Inteligencia Artificial) y se modifican determinados actos legislativos de la Unión" | |
Hecho por | Comisión Europea | |
Referencia del DOUE | 3A32024R1689 | |
Cronología | ||
Fecha de aprobación | 13 de marzo de 2024 | |
Entrada en vigor | 1 de agosto de 2024 | |
Fecha de aplicación | 24 meses posteriores a la entrada en vigor | |
Textos preparatorios | ||
Propuesta de la Comisión | COM(2021) 206 final 2021/0106(COD) | |
Opinión del Comité Económico y Social | CESE 2021/02482 | |
Opinión del Comité de las Regiones | CDR 2021/02682 | |
Opinión del Parlamento | Resolución 2020/2012 (INL) [2] | |
Informes | Informe A9-0188/2023 | |
Estatus legislativo | Completado | |
Legislación relacionada | ||
Modifica |
Reglamentos: (CE) n.º 300/2008 (UE) n.º 167/2013 (UE) n.º 168/2013 (UE) número 2018/858 (UE) número 2018/1139 (UE) n.º 2019/2144 Directivas: 2014/90/UE 2016/797/UE 2020/1828/UE | |
Legislación vigente | ||
La Ley de Inteligencia Artificial es un Reglamento[3] que fue aprobado por el Parlamento Europeo el 13 de marzo de 2024 y entró en vigor el 1 de agosto de 2024.[4] Fue propuesto el 21 de abril de 2021 por la Comisión Europea en el marco de la estrategia Década Digital 2030,[5] con el objetivo de introducir un marco normativo y jurídico único para los sistemas de inteligencia artificial que operen en la Unión Europea.[6] Se trata de la primera ley en el mundo sobre inteligencia artificial, que pretende mitigar los riesgos que supone para la seguridad europea, y los derechos fundamentales de los ciudadanos de la Unión. Su ámbito de aplicación abarca todos los sectores (excepto el militar) y todos los tipos de inteligencia artificial. Como reglamento de productos, la propuesta no confiere derechos a los particulares, sino que regula y supervisa a los proveedores de sistemas de inteligencia artificial y a las entidades que hacen uso de ellos a título profesional.
El reglamento propuesto clasifica las aplicaciones de inteligencia artificial en función de su riesgo y las regula en consecuencia. Las aplicaciones de bajo riesgo no se regulan en absoluto, ya que los Estados miembros, gracias a la armonización máxima, no pueden regularlas en mayor medida y no se aplican las leyes nacionales vigentes relativas a la regulación del diseño o el uso de tales sistemas.[7] Se prevé un código de conducta voluntario para estos sistemas de bajo riesgo, aunque no estará presente desde el principio. Los sistemas de riesgo medio y alto requerirían una evaluación obligatoria de la conformidad, realizada como autoevaluación por el proveedor, antes de su comercialización. En el caso de algunas aplicaciones especialmente críticas que ya requieren una evaluación de la conformidad supervisada en virtud de la legislación comunitaria vigente, por ejemplo en el caso de los productos sanitarios, la autoevaluación del proveedor con arreglo a los requisitos de la Ley AI sería examinada por el organismo notificado que realice la evaluación en virtud de esa normativa, como el reglamento sobre los productos sanitarios.
La propuesta también impondría prohibiciones a determinados tipos de aplicaciones, a saber, el reconocimiento biométrico a distancia, las aplicaciones que manipulan subliminalmente a las personas, las aplicaciones que explotan vulnerabilidades de determinados grupos de forma perjudicial y la evaluación social. Para las tres primeras se propone un régimen de autorización en el contexto de la aplicación de la ley, pero la evaluación social se prohibiría por completo.[8]
La ley también propone la introducción de una Junta Europea de inteligencia artificial que fomentará la cooperación nacional y garantizará que se respete la regulación.[9]
Al igual que el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la Ley de IA podría convertirse en una referencia mundial para otros países que quieran legislar sobre la inteligencia artificial.[10] Ya está teniendo impacto más allá de Europa; en septiembre de 2021, el Congreso de Brasil aprobó un proyecto de ley que crea un marco legal para la inteligencia artificial.[11]
El Consejo de la Unión Europea adoptó su orientación general sobre la Ley de IA el 6 de diciembre de 2022.[12] Alemania apoya la posición del Consejo, pero sigue considerando que es necesario introducir algunas mejoras, tal como se formula en una declaración adjunta del Estado miembro.[13]